Coordinación de la atención de las enfermedades crónicas

Tom (no es su nombre real) es un miembro de LIFEPlan de 56 años que vive solo, disfrutando de la vida y la comunidad con mucha libertad.

 

Recientemente, Tom se enfermó y fue admitido en el hospital donde le diagnosticaron diabetes.

Esta nueva condición de salud fue un desafío para Tom que le exigió hacer muchos cambios en su estilo de vida, desde cambiar los hábitos alimenticios hasta administrarse autoinyecciones diarias de insulina. Para ayudar a Tom con sus nuevas necesidades de salud, fue admitido en una rehabilitación aguda por aproximadamente 3 meses para educación y entrenamiento.

Wendy Applebee, la gerente de cuidados de Tom's LIFEPlan, ha seguido su progreso y lo visitó en su casa poco después de salir de la rehabilitación. No pasó mucho tiempo antes de que Wendy se diera cuenta de que Tom necesitaba ayuda adicional para manejar adecuadamente sus inyecciones de insulina. Tom dijo que le faltaba un suministro de "tapas rojas". Wendy no estaba segura de a qué se refería Tom, así que se puso en contacto con su supervisor, el Departamento de Gestión de Incidentes y el Departamento de Apoyo Clínico para obtener apoyo. La preocupación de Wendy era que Tom no pudiera quedarse en su casa si no era capaz de cuidarse a sí mismo.

Wendy y la supervisora de LIFEPlan, Rachel Pomanteer, fueron contactadas por Carrie Loubier, Gerente de Educación de Enfermería de LIFEPlan para saber más sobre la necesidad de Tom. Carrie determinó rápidamente que las tapas rojas a las que Tom se refería eran agujas necesarias para las inyecciones de insulina. Trabajando con la Farmacéutica de Tom, Carrie pudo obtener una "consulta" para asegurarse de que Tom sabía cómo administrar correctamente la insulina.

Trabajando juntos, los equipos de Administración de Cuidados, Revisión de Incidentes y Clínica se aseguraron de que Tom tuviera apoyos para su manejo de la insulina. Con ese apoyo, Tom pudo permanecer en el hogar que tanto aprecia.

Recientemente, almorzando en un restaurante local, Tom compartió su historia con sus amigos y, sin saberlo, uno de sus amigos era un enfermero que se ofreció a visitarlo diariamente para ayudarlo con el cuidado de su diabetes.

Gracias a los esfuerzos del amigo de Tom y del personal de LIFEPlan que lo atendió en esta situación, Tom se ha adaptado a sus nuevas necesidades médicas, le va bien, puede vivir independientemente en su casa y seguir disfrutando de la vida que elige vivir.